Te han hablado de libertad y les has creído. Te han vendido un concepto y tú se lo has comprado hipotecando tu vida. Pues déjame decirte algo. La libertad no existe. Es una quimera. Todos estamos encadenados a algo que, por un motivo u otro, nos impide ser verdaderamente libres. Piénsalo bien. ¿Realmente crees que puedes hacer todo lo que te propongas? ¿De verdad piensas que alcanzarás todas tus metas en esta vida? Para mí ya es tarde, pero ojalá pudiese yo también creerme libre. Siempre es mejor eso que saberse realmente prisionero.
Infierno
He vuelto a tener esa horrible pesadilla. Es un lugar tranquilo. No hay nadie. Sólo silencio. No tiene nada de poético. Todo es aterrador. Mi corazón palpita con fuerza. Me detengo. Me falta el aire. Es entonces cuando lo oigo. Es un susurro. Una voz de mujer que únicamente dice “por favor”. Una y otra vez. No deja de repetirlo. A mi alrededor no hay nadie. Estoy solo. Es como si la voz saliese del suelo, la noto bajo mis pies. ¡Joder! No creo en el infierno, pero estoy seguro que si existiera, esa puerta conduciría directamente hasta sus mismísimas entrañas.
Tiempo
El tiempo es algo muy relativo. Diez minutos para usted no tienen por qué significar lo mismo que para mí. Todo depende de lo que siga a la espera. ¿No le parece? Es sólo mi opinión. No es lo mismo esperar para ir a ver a un amigo que esperar para entrar en la consulta del médico. El tiempo tiene la virtud de ser tan fugaz como eterno. Perdone si divago, este hombre viejo hacía mucho tiempo que no hablaba con nadie. ¿Le importaría recordarme cuál era la pregunta? ¡Ah, sí! Que cada cuánto pasa el autobús… Es una buena pregunta. No sé si sería capaz de contestarla correctamente. Yo llevo esperándolo toda la vida.
Deseos
Teníamos un sueño. Comprar una tierra donde construir una casa. Formar una familia. Envejecer juntos. Trabajamos duro para conseguirlo. Fue entonces cuando mi marido enfermó. Y ahora nuestro sueño es un maizal seco. Es todo lo que queda. Mi único deseo es verlo arder.
Parques
Los parques rezuman vida. Por eso me gusta tanto venir a este. Porque está vacío. Aquí no hay vida. Está muerto. Tan muerto como yo.